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A su regreso de la gira europea y del paso de Walas por Berlín, donde convocado por Evlay, grabó un feat de lo que será el próximo trabajo discográfico del premiado músico y productor, MASSACRE lo hizo de nuevo y aterrizó en Obras con un rotundo Sold Out por tercera vez en su carrera.

Con un estadio lleno, la espera fervorosa, un comienzo disruptivo y una puesta impactante que marco diferentes etapas y espacios escénicos la banda dio inicio al show en un escenario alternativo donde se los veía alineados y proyectados en sombras. Massacre inició la noche con “La Máquina del Tiempo”, “Ella Va” y “La cita”, trilogía de temas pertenecientes a NUEVE su nuevo disco.
La celebración siguió con una vuelta a las raíces donde “Te arrepiento”, “Querida Eugenia”, y los furiosos clásicos como “Te leo al revés”, “Nuevo Día” y “Mi Mami no lo hará” dieron paso a “Bajo la alfombra”, que vio la luz por primera vez en vivo ante un público que desbordaba de emoción y energía la sala.

El primer respiro, en lo que serían más de dos horas y media de show, llegó de la mano de “Sofía, la súper vedette”

Con la decisión de Walas de “inaugurar” el verano porteño, se escucharon los primeros acordes de “La Octava Maravilla”, emblema de El Mamut, el disco que en 2007 llevo a Massacre a la masividad y los llevó por primera vez a Obras. La vuelta a la presentación de NUEVE, la excusa de esta nueva al mítico estadio
porteño se dio de la mano de “Riesgo” e “Insomnio” donde llegaría la primera invitada de la noche, BB Asul, la artista de música urbana, que ratifica una de las características de la banda, la búsqueda constante romper los bordes y las barreras generacionales.

Foto @godymex

“Medusa Lunar” irrumpió con su estallido de psicodelia y las pantallas transformaron al escenario en un mar de texturas donde el color fue un destacado protagonista.

La “Niña Dios” se hizo presente para dar inicio a una seguidilla demoledora donde “Tanto amor”, “La Reina de Marte” y “Seguro es por mi culpa” fueron el preludio de lo que marcaría un nuevo hito en la historia de la banda cuando Walas se adueñó de la centralidad y declaró “Cuando murió Luca, surgieron dos grupos: Massacre Palestina y Divididos” entre la sorpresa y la perplejidad el público estalló ante la presencia de Ricardo Mollo.

Foto Nacho Arnedo

El líder de La aplanadora del rock sumó su magia detrás de las seis cuerdas para hacer una versión única de “Plan B, anhelo de satisfacción” y Crua Chan, clásico inoxidable de la rock nacional donde Mollo y Walas se repartieron la interpretación vocal.

Con un cambio de puesta donde los climas visuales y las texturas sonoras fueron el marco perfecto para que Javier Casalla y su cuarteto de cuerdas se hicieran presentes en “Rio Siempre”, “Mariposa” donde la irrupción de Gustavo Santaolalla, último invitado de la noche y uno de los 3 productores del novel albúm NUEVE, se produjo desde las pantallas interpretando el banjo ante la emoción evidente de Walas, quien agradeció con la voz quebrada diciendo “Gracias Maestro”. Massacre cerró la presentación de NUEVE con “Viaje Astral”, el mismo tema elegido para el cierre del álbum.

Foto Nacho Arnedo

Massacre retornó para dar inicio a los bises, donde la energía del público parecía no tener límite cuando comenzaron a sonar “Sembrar, Sembrar”, “3 Walls”, “Papel Floreado” y “Diferentes maneras” que se convirtieron en el cierre perfecto de una noche épica donde los fans “old school”, las nuevas generaciones y quienes experimentaron la energía de la banda en vivo por primera vez se fusionaron
dejando claro, una vez más la vigencia, el poder de reinventarse, y que el peso de su trayectoria no impide que Massacre sea una Banda sin Edad.

Foto Nacho Arnedo